Las recientes declaraciones de testigos ante la Fiscalía apuntan a que las acompañantes del agresor habrían alentado el ataque verbalmente, mientras las autoridades intensifican la búsqueda de Ricardo González Castro, el único prófugo del caso.
Testimonios que reconfiguran el relato del crimen
El caso del asesinato de Jaime Esteban Moreno Jaramillo, ocurrido el pasado 31 de agosto en el norte de Bogotá, ha tomado un nuevo rumbo tras las declaraciones conocidas durante la última audiencia judicial.
Un testigo clave relató que, antes y durante la agresión, las dos mujeres que acompañaban al presunto homicida, Juan Carlos Suárez, habrían expresado frases que incitaron el ataque. Según su versión, una de ellas dijo: “Ahí tiene, para que siga acosando”, mientras otra lo llamó “violador”.
Estas afirmaciones, aunque no constituyen una acusación formal de acoso, abren una nueva línea de análisis sobre el posible motivo detrás del crimen. La Fiscalía aclaró que las expresiones atribuidas a las mujeres están siendo contrastadas con videos de cámaras de seguridad y registros de audio para verificar su autenticidad y contexto.
Fuentes cercanas al proceso indicaron que el Ministerio Público solicitará incluir estos testimonios dentro del expediente como prueba complementaria para determinar si existió un componente de premeditación o instigación.
Las mujeres involucradas y su rol en la escena
La investigación judicial ha identificado a dos mujeres que acompañaban a Suárez y a Ricardo González Castro en el momento de los hechos. Ambas se presentaron voluntariamente ante las autoridades días después del ataque y rindieron declaración bajo juramento, negando haber participado activamente en la agresión.
De acuerdo con la Fiscalía, los testimonios de las mujeres buscan aclarar las circunstancias previas al homicidio y establecer si las expresiones escuchadas por el testigo corresponden a ellas o a otra persona en el lugar.
Los investigadores han destacado que, pese a las versiones contradictorias, el caso se centra actualmente en determinar el grado de participación de cada uno de los presentes.
El abogado de la familia de Moreno señaló que el ataque no fue una riña fortuita sino un hecho dirigido y pidió que la investigación avance con rigor para esclarecer la participación de todos los implicados. Asimismo, indicó que, según el material probatorio conocido hasta ahora, no existe evidencia suficiente que permita vincular de manera formal a las dos mujeres que aparecen en los videos del ataque.
La huida de Ricardo Rafael González Castro
Mientras se desarrollan las audiencias, las autoridades mantienen una orden de captura vigente contra Ricardo González Castro. El joven cartagenero de 22 años figura en los videos del ataque con una máscara de conejo y permanece prófugo desde la noche de los hechos.
De acuerdo con testimonios recopilados por las autoridades, González Castro trabajaba en un puesto de comidas rápidas en el sector de San Victorino y, tras el crimen, habría confesado a un compañero de trabajo haber “cometido un error” antes de desaparecer.
La búsqueda de González Castro se extendió a distintas regiones del país, con especial atención en Cartagena, su ciudad de origen. El CTI de la Fiscalía analiza registros migratorios y cámaras de seguridad, mientras el nombre del joven fue incluido en la lista de personas requeridas por homicidio agravado. El otro implicado, Juan Carlos Suárez Ortiz, permanece detenido con medida de aseguramiento.








