Con un certero gol de London Crawford al minuto 72, Colombia se impuso 1-0 y aseguró su clasificación como segunda del grupo E en el Mundial Sub-17 que se disputa en Marruecos.
El partido decisivo: desarrollo y clave del triunfo
La Selección Colombia Femenina Sub-17 logró su paso a los octavos de final tras vencer por 1-0 a Corea del Sur en la tercera fecha del grupo E del Mundial en Marruecos. El encuentro se disputó en el estadio Mohamed VI de Rabat, bajo condiciones de alta exigencia táctica y tensión.
El gol colombiano fue obra de London Crawford, quien aprovechó una jugada dentro del área sobre el minuto 72 para definir con precisión ante la portera rival. A lo largo del encuentro, Corea del Sur dominó la posesión en varios tramos, pero Colombia neutralizó esas iniciativas con orden defensivo y capacidad de explotar los espacios en transición.
Con ese resultado, Colombia sumó 6 puntos en la fase de grupos (victorias ante Costa de Marfil y Corea del Sur, además de una derrota frente a España) y aseguró el segundo lugar de la zona que le permite acceder al duelo de octavos. El rival aún está por definirse, será entre el primero del grupo F (Japón o Paraguay).
Contexto histórico y rendimiento del equipo colombiano
Esta clasificación representa la segunda vez que Colombia supera la fase de grupos en un Mundial Sub-17 femenino. En 2022 ya lo había logrado, llegando hasta la final. El equipo dirigido por Carlos Paniagua, quien también guiara la selección en aquel torneo anterior, ha mostrado consistencia en el torneo sudamericano clasificatorio y en la preparación previa al Mundial.
En esta edición mundial, Colombia comenzó con una derrota contundente frente a España (4-0), pero reaccionó con goleada contra Costa de Marfil (3-0) para llegar al partido decisivo con opciones reales. El gol de London Crawford concreta una actuación de eficacia frente a un rival que en el partido fue agresivo en la presión, pero careció de precisión ofensiva.
Proyección en octavos y posibilidades futuras
Ahora Colombia enfrentará en octavos de final al equipo que resulte primero del grupo F, aún por decidirse entre Japón y Paraguay. Para progresar, el equipo colombiano deberá ajustar capacidad ofensiva, mantener la solidez defensiva y controlar el ritmo ante rivales que ya truncaron su fase de grupos con mayor contundencia.
Este avance refuerza la relevancia del fútbol femenino juvenil en Colombia, aportando visibilidad a nuevas generaciones y demostrando que con planificación y disciplina el país puede competir en torneos globales de alto nivel. La participación continúa y las expectativas crecen: el reto ahora es sostener el rendimiento bajo presión y dar pasos sólidos hacia los cuartos de final.








