Yendri Velásquez y Luis Peche Arteaga fueron víctimas de un ataque sicarial mientras salían de un edificio en Usaquén; ONU y gobierno colombiano exigen investigación urgente.
El ataque y estado de las víctimas
Este lunes, 13 de octubre de 2025, dos activistas venezolanos exiliados en Colombia —Yendri Velásquez y Luis Peche Arteaga— resultaron heridos durante un atentado cometido en el norte de Bogotá. El hecho ocurrió cuando ambos hombres salían de un edificio en la localidad de Usaquén para tomar un servicio de transporte. Según el reporte policial, un vehículo los interceptó y disparó múltiples veces.
Las víctimas fueron trasladadas al Hospital Reina Sofía, donde Velásquez fue sometido a intervención quirúrgica. Se reporta que ambos se encuentran estables. Las balas les impactaron en las piernas, de acuerdo con el comandante de la zona.
La Policía documentó que al menos tres personas participaron en el ataque, utilizando un vehículo que habría salido minutos antes del mismo edificio desde el que partieron los activistas. La fuerza pública encontró el automóvil en la zona de Suba, con dos armas de fuego en su interior.
Responsabilidades y condenas internacionales
La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó el atentado, exhortando a las autoridades nacionales a ofrecer protección a los activistas y a llevar a cabo una investigación “pronta, exhaustiva y sancionatoria” de los responsables.
La Defensoría del Pueblo de Colombia también expresó su “preocupación” por el ataque y recordó que los migrantes y refugiados tienen derecho a garantías de seguridad en su estadía en el país. Según el organismo, Velásquez tenía en trámite una solicitud de refugio respaldada por la Defensoría cuando ocurrió el ataque.
La líder opositora venezolana María Corina Machado, ganadora del Nobel de la Paz 2025, calificó el hecho como una agresión contra quienes defienden derechos humanos y exigió al gobierno colombiano que garantice la protección de todos los exiliados. También lo ha interpretado como un episodio de persecución política que trasciende fronteras.
Mientras tanto, el presidente Gustavo Petro anunció que la Unidad Nacional de Protección (UNP) aumentará los esquemas de seguridad para activistas internacionales en Colombia, sin importar su nacionalidad. En redes sociales, afirmó que toda persona venezolana que busque asilo en Colombia es bienvenida, “sin distinción de ideas”.
Implicaciones políticas y contexto del exilio venezolano
Este atentado se inscribe en un contexto más amplio de vulnerabilidad de activistas y defensores de derechos humanos venezolanos en el exilio. Velásquez, por su parte, lideraba el Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+, mientras que Peche tiene estatus político como consultor y estrategia. Ambos emigraron a Colombia en septiembre de 2024 bajo condiciones de persecución política.
Para Colombia, el episodio plantea un serio desafío: cómo garantizar la seguridad de exiliados que aportan en el debate democrático desde el país receptor. La nacionalidad colombiana de Peche agiliza su protección institucional, mientras que Velásquez afrontaba aún trámite de refugio.
Para el futuro inmediato, la eficacia de la investigación, la sanción ejemplar de los culpables y el cumplimiento de los mecanismos de protección serán pruebas de la capacidad del Estado colombiano para defender la integridad de quienes huyen de regímenes represivos y claman libertad y justicia desde territorio colombiano.
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