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Perú declara la ruptura de relaciones diplomáticas con México

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Montaje con el vicecanciller peruano Hugo de Zela y la exministra Betssy Chávez, tras el anuncio de la ruptura diplomática entre Perú y México.

Montaje de: Juramentación del embajador Hugo de Zela como vicecanciller de la República (Foto: Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú) y Betssy Chávez, ex-primer ministra (Foto: Presidencia de Perú).

El Gobierno peruano anunció hoy la decisión de romper relaciones diplomáticas con México tras la concesión de asilo al ex-primer ministro Betssy Chávez, acusada de participar en el intento de golpe de Estado del 2022.

Anuncio oficial y motivaciones del Gobierno peruano

En una declaración entregada por el ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Hugo de Zela, se comunicó que el Estado peruano considera “inamistoso” el otorgamiento por parte de México del asilo diplomático al ex-primer ministro Betssy Chávez, investigada por su presunta vinculación en el fallido intento de disolución del Congreso durante el gobierno de Pedro Castillo.

La decisión implica que ambas naciones suspenden de inmediato la plena función diplomática de intercambio de embajadores, aunque mantendrán canales consulares mínimos. El comunicado señala que la medida responde a una vulneración del principio de no injerencia, según el Gobierno de Perú.

Este paso representa un punto de inflexión en una relación bilateral que ya venía deteriorada desde 2022, marcada por la destitución de Castillo, la oferta de asilo de México a su familia y reiteradas acusaciones de injerencia por parte del Gobierno peruano.

Reacciones y contexto previo de tensión bilateral

La ruptura formalizada hoy no surge de forma repentina: previamente, México había criticado públicamente la destitución de Pedro Castillo y había otorgado asilo político a su familia, hechos que Perú interpretó como una intromisión en sus asuntos internos.

Desde el lado mexicano aún no se ha emitido una respuesta oficial al anuncio de Lima. Esta ausencia de pronta reacción podría complicar la gestión de la crisis diplomática y la reanudación futura de la vía de diálogo.

Analistas coinciden en que esta ruptura incrementa el riesgo de efectos colaterales en áreas como el comercio, el turismo y los asuntos multilaterales compartidos por ambos países, que hasta ahora habían cooperado en la Alianza del Pacífico.

Implicaciones para América Latina y el futuro de la relación

La decisión del 3 de noviembre de 2025 marca un fuerte precedente para la diplomacia latinoamericana, pues dos democracias de la región deciden cortar los lazos formales en medio de una disputa política-judicial. Esto plantea interrogantes sobre cómo se gestionará la cooperación bilateral en temas como migración, comercio y seguridad.

Para Perú, la medida busca reafirmar su soberanía y el respeto a sus procesos internos. Para México, representa un desafío diplomático que deberá gestionar con cautela para preservar su imagen de mediador en la región.

Finalmente, la reanudación de relaciones dependerá de gestos políticos y de reconciliación; mientras tanto, la ruptura deja abierta la necesidad de mecanismos alternativos de comunicación, a fin de que los efectos sobre ambos países y sus ciudadanos no se profundicen. Este episodio reafirma que, incluso entre aliados históricos, la diplomacia puede verse afectada por decisiones de alto impacto y que el camino hacia la reparación será complejo.