Melissa llegó como huracán categoría 5 a Jamaica, dejando destrucción y evacuaciones masivas. Aunque su camino apunta hacia Cuba y Bahamas, existe riesgo moderado de impacto indirecto en Colombia.
La llegada de Melissa a Jamaica: fuerza récord y estragos
El huracán Melissa tocó tierra este martes en Jamaica como huracán categoría 5, considerado el más fuerte del 2025 hasta ahora. La tormenta alcanzó vientos sostenidos de 185 mph (alrededor de 295 km/h) y registró una presión mínima de 892 mbar, cifras que lo sitúan entre los huracanes más intensos en registros atlánticos.
Los informes oficiales señalan que más de 240.000 jamaicanos quedaron sin electricidad, se registraron inundaciones graves, múltiples derrumbes y colapsos de infraestructuras en varias zonas del país. En medio de la devastación, el primer ministro Andrew Holness pidió a los ciudadanos orar y proteger sus vidas: “no hay infraestructura en la región capaz de resistir un huracán categoría 5”, declaró antes del impacto.
Las bandas externas de la tormenta ya habían afectado Haití y República Dominicana, provocando lluvias intensas e inundaciones que causaron al menos tres muertes en esos territorios.
Trayectoria proyectada y escenarios para Colombia
Luego de Jamaica, el pronóstico ubica a Melissa con rumbo hacia Cuba oriental y las Bahamas, manteniéndose como huracán mayor durante varios días. El sistema avanza de forma extremadamente lenta, lo cual intensifica las lluvias persistentes y los riesgos de inundación y deslizamientos.
Para Colombia, la probabilidad de impacto directo es baja debido a la trayectoria norte y margen oriental que sigue Melissa. Sin embargo, algunas zonas del Caribe colombiano, como la Guajira, San Andrés y Providencia, podrían experimentar efectos indirectos: lluvias inducidas por bandas externas, oleaje elevado o incremento de humedad ambiental. Estos escenarios dependen de la evolución del sistema y su posible debilitamiento antes de acercarse a esas latitudes.
Si Melissa conserva su fuerza mayor al ingresar al Caribe oriental, podría alcanzar mares más cercanos al territorio colombiano, lo que obligaría a vigilancia marítima y alerta costera.
Riesgos persistentes, vigilancia y recomendaciones
La lentitud del huracán y su condición casi estacionaria prolonga la exposición de zonas afectadas, lo que incrementa el riesgo de lluvias extremas, inundaciones y olas catastróficas. En Jamaica se establecieron evacuaciones obligatorias en comunidades vulnerables y se habilitaron más de 800 refugios, aunque la respuesta inicial fue limitada.
Para Colombia, las entidades meteorológicas ya mantienen vigilancia intensiva. Se hace un llamado a gobiernos locales costeros para activar planes de contingencia en playas, vigilancia de embarcaciones pequeñas y monitoreo de ríos y drenajes en regiones insulares.
En conclusión: Melissa ya golpea con furia Jamaica; para Colombia, el panorama no muestra catástrofe directa, pero exige vigilancia constante y preparación para efectos secundarios derivados de la tormenta. El Caribe colombiano mirará con atención cómo evoluciona el ciclón durante los próximos días.








