La Fuerza política del presidente obtiene más del 40 % de los votos y amplía su bancada legislativa, en medio de una economía convulsa y una estrategia internacional marcada por la intervención estadounidense.

Una victoria que va más allá de lo esperado

En las elecciones legislativas del 26 de octubre de 2025, La Libertad Avanza (LLA), fuerza liderada por Javier Milei, obtuvo una contundente victoria con más del 40 % de los votos nacionales. En comparación con su desempeño previo, el triunfo representa un salto extraordinario: los diputados aumentaron de 37 a 93, mientras que los senadores ascendieron de 6 a 19.

El triunfo fue particularmente simbólico en la provincia de Buenos Aires, tradicional bastión peronista, donde Milei logró revertir una derrota reciente. El resultado supera lo proyectado por encuestas y consolida un respaldo nacional que el oficialismo no esperaba en condiciones tan adversas.

Crisis doméstica y el condicionamiento de Trump

El contexto no favorecía el escenario triunfal. Argentina atraviesa una crisis financiera severa, con inflación cercana al 30 % anual y una dependencia creciente del financiamiento externo. Un antecedente alarmante fue la derrota local de Milei en Buenos Aires en septiembre: perdió ante el peronismo por más de 14 puntos.

Sin embargo, en las semanas previas, Donald Trump condicionó un paquete de ayuda estadounidense de 40.000 millones de dólares (20.000 en swap cambiario y otros 20.000 en crédito privado) al éxito electoral de Milei. Esa señal fue interpretada por analistas como una presión abierta sobre el electorado: “If he doesn’t win, we’re gone,” advirtió Trump. La jugada pareció surtir efecto: el apoyo externo robusteció la narrativa de “rescate” justo en el momento correcto.

Implicaciones políticas y restricciones institucionales

Aunque la victoria refuerza el poder formal de Milei, persiste una limitación estructural: no alcanza mayoría absoluta para imponer reformas unilaterales. Deberá negociar alianzas con fuerzas afines del PRO y la UCR para mantener quórums funcionales.

Este nuevo Congreso le permitirá ejercer vetos efectivos y blindarse frente a intentos de destitución, pero no garantiza una gobernabilidad fluida. En el plano económico, Milei tiene margen para avanzar sus proyectos de liberalización, recortes y apertura, aunque el descontento social y la fragilidad de sus bases podrían convertirse en lastres inmediatos.

La intervención estadounidense, con Trump a la cabeza, introduce un elemento externo inéditamente determinante en una elección local: un respaldo financiero condicionado a resultados electorales que puede interpretarse como intromisión geopolítica. Pero ese respaldo también abre expectativas: ahora, más que nunca, Milei deberá demostrar resultados concretos y no solo dependencia del apoyo externo.