El presidente colombiano publicó un mensaje en X anunciando su intención de acudir a un juez de EE. UU. por presunta vulneración de su inmunidad en la Asamblea de la ONU; la propuesta ha generado reacciones cruzadas en el ámbito político.
El tuit presidencial y su contenido
El domingo 12 de octubre de 2025, el presidente Gustavo Petro utilizó su cuenta en X para expresar que pretende “ponerse bajo un juez de los EE. UU.” con el fin de demandar los actos que, según él, “quebraron la inmunidad en la Asamblea de las Naciones Unidas” cuando fue vetado. Agregó que desea contar con el apoyo de un “abogado estadounidense y libertario” para liderar la acción legal, y que aunque “no tiene mucho dinero”, el profesional “pasará a la historia” si prospera el caso.
La motivación del anuncio está relacionada con la reciente revocación de su visa estadounidense, efecto de su intervención pública en Nueva York durante la Asamblea General de la ONU, donde pronunció llamados de desobediencia hacia tropas estadounidenses en manifestaciones pro-Palestina. Esa acción generó que Washington retirara su permiso de ingreso, argumentando actos “imprudentes e incendiarios” por parte del mandatario.
Con su mensaje, Petro citó también al expresidente John Quincy Adams como modelo de abogado histórico que dejaría huella. Esa referencia simbólica busca conferir una dimensión histórica al reclamo legal.
Ecos y resistencias políticas
La propuesta presidencial ha generado tanto apoyo como escepticismo en el panorama político colombiano. Algunos sectores de la derecha consideran el anuncio como una estrategia retórica más que viable, debido a los grandes obstáculos legales del sistema judicial estadounidense para admitir acciones de líderes extranjeros contra altos mandos. Otros sectores del oficialismo consideran que la iniciativa responde a la tensión diplomática entre Colombia y EE. UU. por asuntos como el retiro de visa y la postura de Petro ante conflictos internacionales.
Analistas jurídicos consultados indican que para que una demanda prospere, el caso deberá demostrar hechos específicos, violaciones claramente tipificadas y jurisdicción competente, lo cual se torna complejo dada la inmunidad diplomática en foros internacionales.
Además, la Casa Blanca no ha respondido oficialmente al anuncio presidencial, aunque puede interpretarse como un desafío político: tratar a un expresidente estadounidense como demandado por un jefe de Estado extranjero podría escalar tensiones diplomáticas.
Riesgos, expectativas y efectos simbólicos
Aunque existe tono ambicioso en la propuesta de Petro, su concreción depende de muchos factores: aceptación del juez estadounidense, pruebas contundentes, representación legal sólida y limitaciones de inmunidad. Si logra avanzar, el caso puede transformarse en símbolo de defensa de la dignidad diplomática colombiana.
En términos simbólicos, el anuncio refuerza el discurso de confrontación con EE. UU. y sugiere que Petro desea proyectar una figura de líder internacional que no teme litigar contra grandes poderes.
Sin embargo, si la demanda queda en anuncio sin acción judicial efectiva, puede generar desgaste político o percepción de gestos grandilocuentes. El siguiente paso será ver si el gobierno presenta formalmente la demanda, identifica un abogado con legitimidad en EE. UU. y define una estrategia jurídica internacional coherente.
Para Colombia, el dilema va más allá de lo legal: será una prueba de su capacidad diplomática, del manejo de protestas simbólicas y de su relación con la superpotencia del norte.







