El decreto municipal aplica jueves a domingo y lunes festivos entre las 8:00 p.m. y 5:00 a.m., con excepciones para servicios esenciales, tras aumento de homicidios reportados.
Nueva medida ante hechos de violencia recientes
Este 5 de octubre de 2025, la Alcaldía de Rionegro, Antioquia, anunció una medida urgente para reforzar la seguridad: la prohibición de circulación de motocicletas con parrillero desde los jueves hasta los domingos y lunes festivos, entre las 8:00 p.m. y las 5:00 a.m. del día siguiente.
La decisión responde al incremento de homicidios recientes, uno de los cuales involucró al comerciante Rafael Alfonso Parada Freyle, quien fue asesinado en la vía que conecta Llanogrande con la glorieta de San Antonio. Las primeras versiones señalan que los agresores se movilizaban en motocicleta.
Según la administración municipal, la restricción permanecerá activa mientras no se restablezcan las condiciones de seguridad en el municipio.
Alcance, excepciones y operatividad de la norma
El decreto contempla excepciones para organismos de seguridad, entidades de salud, servicios públicos domiciliarios, autoridades de tránsito y trabajadores que justifiquen su desplazamiento durante esas horas, quienes deberán presentar acreditación correspondiente.
La medida aplica tanto en zonas urbanas como rurales y su vigencia quedará sujeta a que las autoridades evalúen que las condiciones del orden público lo permitan.
Para su implementación, la Policía y la Secretaría de Gobierno local coordinarán controles y puntos de verificación nocturnos en rutas consideradas sensibles.
Valoraciones, crítica y retos para su eficacia
La restricción refleja una reacción rápida del municipio ante modalidades criminales que usan motocicletas y parrilleros, una táctica recurrente en actos violentos nocturnos. La medida busca cortar ese recurso logístico delictivo.
No obstante, surgen retos: garantizar que las excepciones no se conviertan en vacíos operativos, que el control no sea arbitrario y que los ciudadanos comprendan la norma para evitar conflictos.
También dependerá del monitoreo estadístico: si la restricción logra reducir homicidios, robos con violencia o intimidación nocturna. Si no hay resultados claros en semanas, podría revisarse su continuidad o ajuste.
Un riesgo adicional es la percepción pública: los ciudadanos podrían objetar limitaciones a la movilidad, y es clave que las autoridades expliquen con transparencia sus criterios para mantener o levantar la medida.
Para que la restricción sea efectiva, se requerirá coordinación institucional, visibilidad del control, sanciones claras y un plan complementario de prevención ciudadana.







