Con una inversión superior a 131.000 millones de pesos, el Gobierno dio inicio a la construcción de un centro de vanguardia en IA diseñado para democratizar el conocimiento tecnológico en Colombia.
El acto fundacional: una apuesta estatal por la innovación
El pasado 2 de octubre de 2025, el Presidente Gustavo Petro instaló la primera piedra de la Facultad de Inteligencia Artificial en el municipio de Zipaquirá, con la presencia de la ministra de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Carina Murcia; el ministro de Educación, Daniel Rojas; y el presidente de Findeter, Juan Carlos Muníz.
El terreno escogido para esta obra se ubica en el sector La Fragüita, frente a la Biblioteca Regional José María Triana. El proyecto cuenta con una financiación estatal de 131.000 millones de pesos, administrada mediante contrato con Findeter, y se espera que la facultad empiece operaciones en diciembre de 2026.
Durante la ceremonia, el Presidente enfatizó que la infraestructura digital —como la fibra óptica— es condición sine qua non para que el conocimiento llegue a cada rincón del país. “Si no llega la fibra óptica, no llega el conocimiento”, afirmó.
Horizontes académicos y estructura curricular
El diseño programático de esta facultad es ambicioso y plurianual. Se contempla ofrecer:
- Alfabetización en IA para la ciudadanía (programas de divulgación y formación básica)
- Formación técnica y tecnológica aplicada al sector productivo
- Pregrados, maestrías y doctorados en ciencia de datos e IA aplicada
- Diplomados, especializaciones y capacitación dirigida a servidores públicos y docentes
- Programas de formación temprana desde grados 10 y 11, con currículo especializado en robótica, algoritmos y estadística
A nivel institucional, se promoverán alianzas con universidades, colegios e instituciones como el SENA, para articular la educación básica, media y superior dentro del ecosistema de IA regional.
El presidente Petro añadió que los egresados deberían salir con conocimientos avanzados, incluso en «matemáticas cuánticas», como una forma de impulsar la frontera científica nacional.
Impacto local y retos futuros
Para Zipaquirá y su entorno regional, la facultad representa una oportunidad histórica para posicionarse como epicentro de innovación tecnológica en la Sabana de Bogotá. Según el alcalde local, el predio asignado para el proyecto tiene alrededor de 6.000 m², y se espera que municipios vecinos también se beneficien de este polo educativo.
Sin embargo, no faltan desafíos. A la fecha aún no se ha definido con certeza qué universidad o entidad académica asumirá la operación permanente del centro educativo. Otro reto será garantizar que los plazos previstos para entrega, dotación tecnológica (laboratorios, equipos de cálculo intensivo) y contratación de personal calificado se cumplan sin dilaciones.
Además, la planificación del currículo debe equilibrar la innovación tecnológica con criterios éticos, de sostenibilidad y pertinencia social, para evitar que la IA se perciba como una herramienta elitista. El éxito del proyecto dependerá no solo de muros y servidores, sino de que su función social y educativa sea efectiva en territorios diversos.







