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Cumbre EU-CELAC 2025: cierre en Santa Marta, declaración final y retos por delante

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Líderes y delegaciones de Europa y América Latina posan en la IV Cumbre CELAC-UE 2025 en Santa Marta, Colombia.

Representantes de Europa, América Latina y el Caribe durante la IV Cumbre CELAC-UE 2025 en Santa Marta, Colombia.
Foto: MinTIC.

Celebrada del 9 al 10 de noviembre en Santa Marta, la IV Cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños ratificó su asociación birregional y presentó una declaración conjunta que marca la agenda para los próximos años.

Celebración del encuentro y participantes

La IV Cumbre EU-CELAC se reunió en la ciudad de Santa Marta (Colombia) los días 9 y 10 de noviembre de 2025. El evento fue copresidido por Gustavo Petro —como presidente pro tempore de la CELAC— y por António Costa, presidente del Consejo Europeo. En total, 60 países de América Latina, el Caribe y Europa participaron, aunque se registraron notables ausencias de líderes de peso.

El objetivo principal de la cumbre fue renovar la alianza estratégica entre ambas regiones y abordar temáticas clave como comercio, inversión, transición energética, transformación digital, seguridad y la reforma del sistema multilateral.

Bajo el lema de profundizar “los lazos históricos” entre Europa, América Latina y el Caribe, los mandatarios y delegaciones trabajaron en una declaración conjunta que busca definir un nuevo marco de cooperación para los próximos años.

Declaración final y compromisos asumidos

Al cierre del encuentro se firmó la Declaración de Santa Marta, con 52 puntos que abarcan cambio climático, justicia, combate al crimen organizado, descentralización de la gobernanza internacional y promoción del comercio justo. En ella, los países manifestaron su compromiso con una “cooperación más sólida, inclusiva y democrática” y resaltaron la urgencia de reformar las instituciones financieras internacionales para una mayor representación de los países en desarrollo.

Entre los temas destacados figuran la movilización de la agenda de la iniciativa Global Gateway Investment Agenda para América Latina y Caribe, orientada a inversiones en energías limpias, conectividad digital, salud resiliente y capacitación para el trabajo.

El documento también aludió al contexto global de conflictos, citando expresamente la guerra en Ucrania y la situación en Gaza, lo que evidencia el carácter integral del foro birregional. A pesar de la declaración, el hecho de que algunos países, como Venezuela y Nicaragua, no la suscribieran evidencia tensiones políticas persistentes dentro del bloque.

Retos a futuro y significado para las regiones

La cumbre representó un momento clave para la alianza Europa-América Latina, pero su éxito dependerá de la implementación efectiva de los compromisos asumidos. Las autoridades de ambas regiones subrayaron que la cumbre debe traducirse en proyectos concretos y seguimiento operativo, no únicamente en declaraciones.

En lo inmediato, se abre un periodo de negociación en torno a proyectos de conectividad digital, energía renovable, plataformas de inversión conjuntas y una agenda de comercio que deje de estar limitada a meras retóricas. Colombia, como país anfitrión, asume un rol relevante en facilitar este proceso de transición.

Para América Latina y el Caribe, la cumbre refuerza la necesidad de consolidar visibilidad global, diversificar sus relaciones exteriores y elevar su participación en la gobernanza internacional. Para Europa, representa la oportunidad de fortalecer su presencia estratégica en una región clave para su política de transición ecológica y abastecimiento de minerales críticos.

En definitiva, la declaración y los compromisos surgidos en Santa Marta plantean que la asociación birregional entra en una nueva etapa de entrega de resultados, en la que solo el paso de lo acordado a lo ejecutado determinará su relevancia real.